Este 17 de diciembre queremos celebrar junto con todos los niños una fiesta de fin de año dándole gracias a Dios por las nuevas oportunidades, días renovados y días para mostrarles al mundo que somos vencedores y que somos pequeños gigantes y guerreros en el Señor, regalando sonrisas y palabras bonitas que puedan iluminar al mundo y para que cada niño sepa que Dios envió a su hijo a la tierra para darles el mejor regalo de todos.
3 de Juan 1:4
Nada me produce más alegría que oír que mis hijos practican la verdad.
Cada niño es hecho por Dios con mucho amor, con gran detalle y siendo pensados como un ser único y perfecto. La Biblia indica que todos los seres humanos somos hechos a imagen y semejanza por el creador (Génesis 1:27). Por lo que cada nacimiento es una creación admirable y maravillosa por la voluntad de Dios.